lunes, 6 de abril de 2009

Te voy a dar yo a ti crisis





El otro dia me animaba mi amigo David a escribir algo acerca de esta vieja anécdota que a él le resultaba especialmente simpática, de modo que después de un tiempo de inactividad voy a intentar retomar la costumbre de actualizar el blog.



Te voy a dar yo a ti crisis.



Era el año 90, o 91, no voy a perder el tiempo en comprobarlo. Nos fuímos de vacaciones 3 amigos a recorrer Bretaña en mi viejo seat 132. Te voy a dar yo crisis. En aquellos tiempos no me interesaba si había crisis o no, pero recuerdo perfectamente que la elección del mes de Agosto era: o bien comprar una bateria para el coche, o bien irme de vacaciones con el coche y la batería vieja. Ganó la batería vieja.
El seat 132 era un coche excelente. Al menos el mio. Lo mantuve durante un par de años con la misma batería agotada, que permitía arrancarlo si no se quedaba muy frio sin ningún problema. Si estaba demasiado frio bastaba con empujar uno mismo con la puerta abierta, y en cuanto se movía un poco, meterse dentro y meter 2ª...arrancaba siempre sin esfuerzo.
Eso motivó que no terminara de embarcarme en un gasto superfluo como una nueva batería.
El caso es que con el 132 nos marchamos para Bretaña.
La primera anécdota tiene que ver con la batería, de ahí la introducción.
En nuestro afán de exploración vimos en el mapa un lago , el "lac de guerledan" cerca de Mur de bretagne, y allí nos dirigimos. Para llegar al lago había un camino que descendía hasta la orilla, y por allí bajamos con el coche. El lago no tenía ningún atractivo, de modo que nos comimos unos bocatas y nos dispusimos a reemprender la marcha cuando de repente el 132 se negó a arrancar. Era extraño. No estaba frío. A estas alturas os tengo que presentar a mis compañeros de viaje: Julieta, 45 kilos, y Oscar recién operado de un accidente de montañismo y con muletas.
Esta información es importante para esta y la siguiente anécdota. El hecho de que Julieta no tuviera carnet de conducir, y que Oscar llevara un aparato ortopédico de aluminio en la pierna también.
Debido a estos detalles tuvimos algunas dificultades a la hora de empujar el coche cuesta arriba para intentar arrancarlo aprovechando la pendiente, pero tras dos intentos fallidos apareció por allí un coche con matricula de Logroño!!. Que casualidad.
La joven e inexperta pareja que lo conducía se asustó un poco al vernos abordar jubilosos su peugeot 205. Les explicamos lo sucedido y les preguntamos si llevaban pinzas para arrancar. No llevaban y no sabían lo que eran. Sorprendente.
Recordé que llevaba algunos cables en el maletero que hicieron esa función ante el susto injustificable de la pareja que pese a mis explicaciones parecían vivir una pesadilla de raptos, violaciones, y explosiones totalmente delirante.
El coche arrancó, y pese a que la pareja se alejó mas de veinte metros para evitar la onda expansiva que esperaban recibir, no hubo tal.
Que sorprendidos parecían de haber sido testigos de un experimento de alta tecnología como ese, diablos!, habíamos conseguido arrancar un coche haciendo el puente con la batería de otro, el Nobel estaba a nuestro alcance.
Allí dejamos a aquellos linces deseandoles de corazón que su seguro a todo riesgo tuviera cobertura en aquellas latitudes, por que si no iban apañados.
Dias después nos decidimos a visitar el Monte St. Michel. Una verdadera maravilla con el aliciente añadido que le otorga el hecho de que quede completamente sumergido en determinadas fechas. Tras la visita llegamos al aparcamiento y salimos a la estrecha carretera que unía el peñón con la localidad de Pontorson. Pero cuando aún estábamos en las inmediaciones mi pie izquierdo se hundió junto con el pedal del embrague y el coche se quedó parado. ¿Que mierdas habia pasado?. La situación era incómoda, estábamos taponando uno de los dos carriles y no había arcén, ya que la carretera discurre artificialmente elevada sobre el nivel de la playa. Había mucho tráfico, y gran número de autobuses de turismo que podían pasar a duras penas por el hueco que dejábamos.
Conseguimos que unos cuantos conductores nos ayudaran a desplazar el coche 100 metros hasta un lugar en el que había un pequeño ensanche. Y una vez allí me tiré debajo del 132 para, con mis escasos conocimientos de mecánica, evaluar la situación. Algún conductor curioso me sugirió que podía haberse roto el cable del embrague, pero no, la madre que parió a peneque, increíblemente se había roto el pedal , lo cual no había que ser muy listo para comprender que era bastante mas grave.
Tras un rato de risas comentando lo inadecuado del lugar en cuestión, sin arcén, lleno de coches, y con las aguas del mar del Norte amenazando con cubrir nuestro vehículo si no actuábamos con rapidez, sacamos en claro que había que llegar a la civilización o al mundo urbano como fuera.



En aquella época, en la que los iphone no tenían mucha cobertura, se nos ocurrió un plan fantástico para solucionar nuestro problema.
EL PLAN:
¿Cómo podíamos solucionar la situación?. Arrancando el coche a la carrera metiendo 2ª o 3ª marcha a capón y no deteniendonos ante nada.
¿Cuál era el mayor inconveniente?. Yo podía empujar, pero los otros dos no podían conducir. Oscar no podía empujar con su protesis de aluminio. Julieta no tenía fuerza para empujar.
¿Y entonce qué?. Entonces os daréis cuenta de que Mc Guiver es un mero aprendiz:
Yo empujaría el coche, Oscar se sentaría al volante para meter la marcha, y Julieta agachada en el asiento del copiloto aceleraría con la mano, bajo la supervisión de Oscar, lo suficiente para que el coche no se calara y a mi me diera tiempo a meterme en la parte de atras. Una vez conseguido esto, Oscar se deslizaría hacia el lado del copiloto y yo saltaría a la parte de delante para hacerme con los mandos. Luego Julieta saltaría a la parte trasera, y a correr.
Suena complicado pero nos salió a la primera. Los gritos y carcajadas nos acompañaron los primeros kilometros, esto si era de premio Nobel.
Evidentemente habíamos esperado a que hubiera menos tráfico, porque el plan significaba que no podríamos pararnos en ningún atasco o semáforo.
El 132, no me canso de alabarlo, ronroneaba en 3ª mientras nos alejábamos del Monte Saint Michel. Hicimos memoria y recordamos que de camino hacía Fougeres (donde estábamos acampados) había 3 pueblos: Pontorson, Antrain, y Saint Brice en Cogles. Temíamos los semáforos, y estábamos seguros de haber visto un cruce importante en alguno de ellos.
Al llegar al primer semáforo lo ví de lejos en verde y aceleré todo lo que pude. Perfecto. El segundo, al rato, estaba en rojo...en tercera podía conducir a 30 km/h sin problema así es que ralentice todo lo que pude y cuando estábamos a punto de llegar se puso verde. Perfecto.
En Antrain hubo mas problemas. Lo vimos verde de lejos, aceleramos, y cuando aún nos faltaban 50 metros para llegar se puso rojo...ibamos a 90 km/h...de modo que improvisando sacamos una gorra y un mapa por la ventana e hicimos sonar el claxon para justificar que nos ibamos a saltar el semáforo. Era un cruce, y cruzaban coches (así es la vida), de modo que tuve que girar a la derecha para no pararme...afortunadamente vimos una rotonda poco despues y con algo de agresividad conseguimos volver a nuestra ruta.

Los 50 kilometros que nos separaban de Fougeres estaban solucionados...ahora había que entrar en la ciudad y buscar un taller sin pararnos. Imposible.
Conseguimos alargar la agonía entre risas durante 5 minutos, en lo que bautizamos inmediatamente como modo-pacman: avanzas por la ciudad y cambias de dirección sin ningún tipo de esquema dependiendo de si delante hay o no otros coches o semáforos con tal de no parar. La aventura acabo en el semáforo de una calle cuesta arriba, a tan solo 15 metros de la "cima".
En un último alarde de imaginación no dudé en explicarle la situación al conductor que se había quedado detras nuestro, quien amablemente me ayudó a mover el coche esos 15 metros para llegar arriba. De paso le pregunté si sabía de algún taller cercano y por fin tuvimos suerte, solo había que bajar y hacer unos metros en dirección prohibida en una calle que se veía desde arriba, de modo que nos deslizamos calle abajo volví a meter tercera a capón, el coche arrancó, y como no venía nadie por aquella dirección prohibida nos lanzamos por ella y nos metimos hasta dentro del taller con el coche, ante los atónitos ojos de Jean Luc, el mecánico que amablemente, y en solo 2 dias nos fabricó un nuevo pedal de embrague. ¿O creías tu que en Fougeres había recambios para un pedal de embrague de un seat 132?. Te voy a dar yo crisis.








































12 comentarios:

M.Eugenia dijo...

Hola Moncho, ha merecido la pena esperar un nuevo post.La verdad es que a veces se alinean los planetas para que pase todo lo que no tiene que pasar.
No tardes tanto en poner otro.
Saludos

moncho dijo...

Gracias M.Eugenia, la verdad es que resulta divertido que ocurran cosas imprevistas, si no todo sería demasiado aburrido.

gonzovic dijo...

Jajaja, no me cansaré nunca de oir esta historieta.
Me he sentido en el trabajo durante un rato como si estuviera en la barra del yé escuchándote..
¡Gracias!

Ana Trigo dijo...

¡Bienvenido de vuelta, Moncho! Se te echaba de menos. Con historias así entran ánimos para afrontar la dichosa crisis...:)

Unknown dijo...

Moncho a.k.a. trotamundos, a.k.a. Mc Giver; con dos cojones y pa´lante!
Bien hecho! así se solucionan los contratiempos, con humor e ingenio.Yeah!

Jorge Matías dijo...

Ay, aquello eran coches, coño.

David (a.k.a Ensaimada) dijo...

Pues la verdad es que escrito gana aún mas, jajajajaja!!!!
Que grande!!

Nota: Saludos a Jean Luc de Mi parte.

borboletahip dijo...

Hola!!Estou promocionando meu novo blog (porque vou desactivar o da borboleta) e gostaria que seguisses o meu novo blog de artesanato :)) e que se tornasse seguidor (eu puse admirador no link)
o blog é www.molhodemanga.blogspot.com
conto com a tua participaçao ;)
abraços

Unknown dijo...

Jua,jua,jua!!!! Buenísimo. Bien está lo que bien acaba. Desde luego que si hay ganas, el dinero no importa

Javier Adán dijo...

Muy bueno. entretenido y simpatico.
Te enlazo.

Nuestros Viajes Baratos dijo...

Hola viajer, que tal? me gusta ucho leer blogs como el tuyo, blogs que me inspiran y me empujan a seguir viajando, felicidades por tu excelente trabajo! yo soy otro viajero, aunque con una diferencia, me desplazo en bicicleta!!!haha, ya es mi tercer viaje en bici y esta vez (barcelona-atenas) he decidido crear un blog (www.nuestrosviajesbaratos.es)para promover que la gente viaje asi, o que simplemente se inspiren a viajar de cualquier modo, sin embargo, me gustaria que mas gente viera mi blog, por eso te pido un intercambio de enlaces, que dices?. Disculpa que me haya puesto en contacto contigo por aqui, pero es que no encontre ningun mail de contacto. Un abrazo desde Ancona!

moncho dijo...

Perfecto, pero no puedo añadirte ni me deja abrir tu blog...supongo que tienes que revisar la configuración.